El Tink y el Yanantin

De éste ya nos hemos ocupado (ver página 51) y sabemos que es indefinible, que es en realidad nada pero que por su mediación todo se realiza y aún más, sin él nada puede ser producido. De allí que en el runasimi el Tink sirve de raíz fonética para definir conceptos ligados al encuentro, al apareamiento, a la unión, al rebote. El Cosmos es producido por la acción del Tink pero cuando el Tink se manifiesta por intermedio del humano o cualquier otra criatura de la Pachamama, se le denomina Yanantin.

Existe una terrible diferencia entre las maneras de concebir el principio de la humanidad y del entorno entre las civilizaciones que tienen al ser único o Dios como el principio de emanación y las otras civilizaciones como la nuestra, que consideran que lo único es incompleto.

Para los Runas Tawas el principio está dado por el Tink, es decir, que una energía de dimensiones casi inconcebibles produjo un movimiento o especie de atracción que hizo que enormes volúmenes de materia entraran en colisión. Se produjo un Tinku de proporciones tan enormes que la explosión todavía continúa; por eso esta deflagración nos permite atribuir que la edad de la humanidad es inmensamente insignificante. Aquello que pareciera tanto tiempo es menos que un milésimo de segundo a nivel cósmico, porque el espacio todavía continúa en la expansión de su estampido. Es también de allí que surgen las formas de las galaxias y demás cuerpos celestes que giran a velocidades increíbles. Es de esa manera como el Runa Tawa concibe el cosmos, producido por el Tink que se convierte en tinku cósmico el cual naturalmente es imposible cuando no existen por lo menos dos cuerpos.

Esa concepción engendra una forma de pensar y actuar, es así como en la cosmovisión del Tawaísta cuando algo es chulla o único es porque le falta su par, es decir que es incompleto, pero de esta visión también resulta el hecho de aceptar y reconocer al otro, lo que engendra a su vez el precepto de diversidad extremamente contrario al fundamento resultante del pensamiento de la emanación desde la unidad. Siguiendo este último pensamiento podemos comprender por qué el mundo occidental tiene tanto afán para alienar y enajenar bajo un molde único o por qué en él existe el afán de selección.

Es evidente que la visión que se tiene del origen es la que da la trayectoria a una civilización, es entonces esa cosmovisión andina del Par originario del todo, que nos conlleva a aceptar la diversidad en todo aspecto, incluso el religioso. No es necesario poner ejemplos sobre esto al conocer por ejemplo el fervor que tienen los Andinos por la Virgen, a la cual la relacionan directamente con la Pachamama. De igual forma, la otra cosmovisión concibe sin cuestionamientos la universalidad y de allí sus derivados todos UNI como única verdad: UNIversalidad, UNIversidad, UNIverso, etc. En consecuencia se crea un conflicto de sentido o racionalidad con el enfrentamiento DIversidad-UNIversalidad.

Si se tratara de saber quién está en mejor posición, podríamos asegurar que el Runa tuviera todas las ventajas ya que en su mundo dual o paritario existe el opuesto complementario de la diversidad: lo universal. En cambio, los adeptos a las teorías y creencias de la verdad única estarían en desventaja ya que continuarían enfrentándose para lograr la uniformización o universalidad, en otras palabras la globalización, rumbo al cual se avanza a pasos de gigante sin tener idea del mal que se le hace al mundo.

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